Sri Lanka prohibió dos organizaciones islamistas, acusadas de los atentados
Informó este sábado el Gobierno de ese país, en comunicado de prensa.
El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, vetó hoy a las dos organizaciones fundamentalistas a cuyos miembros se les atribuye la responsabilidad de la serie de ataques coordinados del Domingo de Resurrección en el que 253 personas murieron y más de 500 fueron heridas.
Sirisena, "ha tomado medidas para prohibir las organizaciones National Thawheed Jammath (NTJ) y Jamathei Millathu Ibraheem (JMI) en Sri Lanka", informó a través de un comunicado la oficina de prensa de la Presidencia casi una semana después de cometidos los ataques.
Asimismo, asegura que en el marco de las regulaciones del estado de emergencia vigente en la isla "se han tomado medidas para prohibir otras organizaciones extremistas que operan en Sri Lanka".
El National Thowheed Jamath (NTJ) y el Jammiyathul Millathu Ibrahim (JMI) son dos organizaciones extremistas locales a las que las autoridades han atribuido la responsabilidad de la serie de ataques cometidos hace una semana a tres iglesias y tres hoteles de lujo.
Los investigadores han adelantado además sus sospechas de que estos ataques, cometidos por al menos nueve suicidas, haya sido perpetrados en coordinación con el Estado Islámico (EI), que ya ha reivindicado estos atentados.
Una fuente de inteligencia explicó a Efe que, de acuerdo a las investigaciones, el NTJ es una organización de unos 40 o 50 miembros, ubicada en el sector de Kaththankudy, en el extremo este de Sri Lanka.
El JMI a su vez es una organización que creció con el impulso del EI, liderados por Umey Mohamed, que creó enseguida un vínculo con un antiguo líder del NTJ con el que compartía sus ideas extremistas.
Sirisena indicó ayer que en total las autoridades tienen "información" sobre la existencia de 130 personas sospechosas de mantener vínculos con el EI en la isla.
La serie de ataques ocurridos el domingo casi simultáneamente ocurrieron durante las celebraciones cristianas de Pascua.
Horas después de los primeros seis atentados, una séptima detonación tuvo lugar en un pequeño hotel situado a una decena de kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial, también en Colombo.
Desde entonces y a lo largo de toda la semana las fuerzas de seguridad han llevado a cabo redadas y enfrentamientos con sospechosos, uno de ellos que acabaron tras varias horas con 16 muertos, entre ellos 6 suicidas que se inmolaron con sus familias.
EFE